Hay que rejuvenecer la savia del árbol de nuestras tradiciones. Nuevas hojas que se alimenten de las viejas raíces, con la música, los bailes, los cuentos y leyendas... Un árbol milenario, que debemos conservar, regar, alimentar, cuidar... Para que como las secuoyas, se mantengan firmes, estoicas ante el paso irremediable de los años que hacen mella. Pero años que no son impedimento para que el amor a nuestra gente y nuestras raíces, pase de generación en generación, de mayores a pequeños, y que éstos se sientan identificados con este sentimiento de pertenencia y de tradiciones de una tierra, que aunque en crisis por la despoblación (el éxodo rural que sufren todos los pequeños núcleos de población del campo desde hace muchos años), sea sólo una brisa que sopla en contra de todos aquellos que caminamos para seguir dando aliento a nuestros pueblos. Hoy nosotros damos la bienvenida a nuestra savia joven. Comprometidos con la labor, buscamos el talento y el compromiso, y aquí presentamos a las nuevas integrantes de esta nuestra familia, Ester y Clara, que ayer superaron con éxito su primera actuación con nosotros, en Miranda do Douro.
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